Ahí
va el Holandés Errante con su carga
mortuoria.
Deja
rastros de soledad y pestilencia.
Va
camino a la frontera
navega
sin prisa
cerca
de ese malecón
que
separa el agua de la ciudad del fondo
que
no es otra
que
el limbo inventado por Cobb en Inception.
Otros
barcos también han navegado a la muerte.
El
Queen Mary
o
el Granma por ejemplo.
Pero
este es el viaje del Holandés Errante
que
avanza y esparce
la
peste negra por esta orilla
de
la que algunos no queremos escapar.
Aunque
esa gracia nos cueste.